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La fertilización del suelo, después del gradeo, es una práctica agrícola fundamental: de hecho, se trata de nutrir el terreno con el abono (fertilizante orgánico) para que recupere su fertilidad. Esta acción, una de las más antiguas, es fundamental para aumentar la producción en términos cualitativos y cuantitativos, ya que permite que la tierra haga crecer plantas más fuertes, en mejores condiciones para defenderse de los parásitos o de climas adversos.
Por tanto, un terreno bien fertilizado es la base para una cosecha productiva y de gran calidad.
La agricultura de precisión es un sistema de gestión basado en la respuesta a las necesidades reales de los cultivos, que tiene en cuenta los espacios y los tiempos necesarios para los distintos terrenos, actuando con soluciones agrícolas diferentes según los distintos campos y sus particularidades.
Este sistema cuenta con tecnologías de vanguardia que ayudan al agricultor en su trabajo en el terreno, mejorando su calidad y productividad.
Una de estas innovaciones es la intensidad variable: un sistema de cartografía del terreno (punto de partida para lograr una fertilización de precisión) que permite dosificar el abono en función de las fases vegetativas y también de las plantas concretas. Gracias a los mapas de prescripción, basados en los datos procesados o por sensores que detectan en tiempo real el estado de los cultivos y las características químicas y físicas del suelo, o por la teledetección llevada a cabo durante las cosechas anteriores, se puede, por un lado, modular la distribución de los nutrientes y, por el otro, evitar los excesos ahorrando en tiempo y costes y preservando el bienestar de la vegetación.
Desde el punto de vista tecnológico, pero también sostenible, la navegación por satélite de los tractores McCormick y el correspondiente sistema ISObus que se comunica con los equipos ayudan a reducir los residuos químicos fertilizando de manera selectiva solo la parcela que se pretende sembrar, identificada gracias al sistema de mapas de la conducción automática.
El tractor McCormick X6 es uno de los emblemas de la tecnología de la casa Argo Tractors aplicada a la agricultura de precisión, ideal para la fertilización.
La potencia y la tecnología, la versatilidad y la maniobrabilidad se combinan en un único vehículo: esta es la respuesta para los agricultores que necesitan agilidad en los desplazamientos y en las tareas con pala cargadora delantera y los trabajos en campo abierto como la fertilización del terreno.
Son varias las características que hacen que el McCormick X6 sea el tractor perfecto para fertilizar los terrenos:
Las peculiaridades de McCormick X6 no terminan aquí, ya que también incluyen el circuito hidráulico de 110 l/min y la transmisión 36+12 o 48+16 con Power Shuttle.
Con McCormick, la innovación tecnológica parte de la base de la agricultura para mejorar por completo el trabajo y aumentar la productividad, sin renunciar nunca al estilo y la potencia.