El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha presentado recientemente la «Encuesta de Precios de la Tierra», con resultados a septiembre de 2022. Entre sus datos principales cabe destacar que el precio medio de la tierra para uso agrario en España aumentó en 56 €/ha, desde los 10.124 €/ha en 2020, hasta los 10.180 €/ha en 2021. El precio medio ascendió en 13 tipologías y descendió en otras 8 de las 21 clases de cultivos y aprovechamientos considerados en el informe del Ministerio. En este sentido, se registra una ligera evolución positiva en los Cultivos (+0,3%) y una evolución positiva más acusada en los Aprovechamientos (+2,1%).
Por otro lado, de forma casi paralela la empresa especializada en tasaciones Tinsa ha presentado un informe sobre «Suelo Agrario en España en 2022», elaborado a partir de la extensa muestra de tasaciones de la empresa, con tres millones de hectáreas tasadas desde 2008. Este estudio ofrece una perspectiva del valor del suelo agrario (€/ha), la rentabilidad y la tasa de crecimiento anual compuesta del valor en el último lustro (CAGR 2017-2022) para siete grandes categorías de cultivo: herbáceos, olivar, viñedo, frutales no cítricos, cítricos, hortalizas e invernaderos, y prados y pastizales (estos últimos relevantes por su impacto en la ganadería).
En este informe se destaca que el suelo agrario es un activo inmobiliario que se caracteriza por su estabilidad en términos de valor, que ha generado rendimientos medios en el último lustro entre el 0% y el 2,5 % para la mayoría de las tipologías de cultivos y unas tasas de rentabilidad total, excluidos impuestos y subvenciones, que se mueven entre el 4% de los pastos y pastizales y el 11% de los productos de invernadero. Estos últimos muestran el mayor valor unitario entre los grandes grupos de cultivos analizados: 157.000 euros por hectárea, según las tasaciones de Tinsa
Atendiendo a los datos del Ministerio de Agricultura, el precio medio de la tierra para uso agrario ascendió ligeramente en un 0,5% en 2021, aunque con un comportamiento desigual por tipo de cultivo en función de si se trata de tierras de secano o de regadío. Así, entre los cultivos de secano el precio medio de la hectárea se situó en los 9.217 euros en el año 2021, un 0,6% por debajo de los 9.273 €/ha del año anterior. Por su parte, en los cultivos de regadío, el precio medio por hectárea fue de 29.266 euros, un 1,6% más que los 28.818 del año 2020.
Entre los cultivos de secano, los herbáceos y barbechos han cerrado el año con un precio medio de 7.128 €/ha (+0,4%), mientras que en los frutales el valor se la tierra se ha situado en los 9.088 €/h (-0,7%), aunque con grandes diferencias entre los frutales de clima templado, cuyo precio ha caído un 4,5% hasta los 13.692 €/ha y los de clima subtropical, con un incremento del 5,2% que ha situado la hectárea en los 8.155 euros de media. En el caso del viñedo de secano, el valor de la hectárea es de 14.304 euros de media (-0,2%) y en el olivar se ha situado en 19.356 (-2,7%).
En cuanto a los cultivos de regadío, la tendencia general es a un incremento en los precios medios de la tierra, destacando la dedicada a las hortalizas de invernadero -el valor más alto de todo tipo de terreno- con una media de 216.085 €/ha, y un incremento del 6% con respecto al año previo. Destacan también los frutales de clima subtropical, cuyo precio por hectárea es de media de 113.659 euros (+1,1%) y los cítricos, en este caso con un valor de la tierra de 42.308 €/ha y un incremento del 1,2% con respecto al año anterior.
En cuanto al olivar de regadío, el precio medio de la hectárea se sitúa en 38,152 euros, después de un incremento del 1,5% en el último año. El viñedo de regadío promedia un precio por hectárea de 23.393 euros (+0,7%). Finalmente, señalar que los herbáceos de regadío son el grupo más numeroso, en este caso con un precio de la hectárea de 17.949 euros, con un incremento del 2,1% en comparación con el año previo.
De las 17 Comunidades Autónomas, el precio medio aumenta en 9 de ellas que suman el 60,65% de la superficie agrícola útil, y desciende en 7, que agrupan al 39,19 %. La más destacada en cuanto a superficie útil es Castilla y León que pondera el 23,26% del total de la superficie agraria. En esta comunidad autónoma el precio medio de la hectárea se sitúa en los 6.087 euros, con un incremento con respecto al año anterior de 106 euros (+1,8%). La segunda comunidad autónoma más importante es Andalucía, en este caso con un precio por hectárea de 19.775 euros, con un descenso del 0,3% en comparación con el año 2020. En Castilla-La Mancha el precio de cada hectárea se sitúo en 6.420 euros (+0,3). En Extremadura, la cuarta comunidad por superficie agrícola útil, el precio medio de la hectárea ha subido en 149 euros, hasta situarse en los 4.724 €/ha.
Fuera de los cuatro primeros puestos, la comunidad autónoma con un mayor incremento en el valor de suelo agrario ha sido Madrid, cuya hectárea se valora en 1.314 euros más de un año para otro (+20,4%), al pasar de una media de 6.443 €/ha en 2020 hasta los 7.757 de 2021. También es significativo el incremento en la Región de Murcia, en este caso con una mejora de 290 euros (+1,5%) que sitúa el precio medio en esta zona en los 19.722 €/ha.
Además de los datos estadísticos presentados por el Ministerio de Agricultura, el informe de Tinsa también analiza las tendencias en cuanto al suelo agrícola, a partir de la experiencia sobre el terreno de la red de técnicos agropecuarios de Tinsa.
La primera de estas tendencias es la revalorización de las tierras de regadío con acceso al agua. Las fincas de secano en lugares donde las dotaciones de agua se han restringido intensamente y existe una amenaza persistente de sequía han sufrido descensos de valor, excepto en el caso de los cereales, un tipo de cultivo que registra una ligera tendencia al alza por el conflicto bélico en Ucrania. Por el contrario, las fincas de regadío han visto aumentar su valor en aquellas zonas donde las dotaciones de agua se han mantenido y las restricciones futuras no son un riesgo elevado.
También hay incertidumbres relacionadas con el incremento de los costes de producción y el impacto del cambio climático, que pueden llevar a pérdidas de producción.
Otras tendencias relacionadas con el suelo agrícola tienen que ver con la entrada de operadores empresariales y fondos de inversión, que se relacionan con la cada vez mayor tecnificación del campo y con la búsqueda de buenas rentabilidades en cultivos superintensivos.
La incorporación tecnologías y la especialización de la mano de obra, junto con las dificultades para el relevo generacional son otras de las grandes tendencias del sector que pueden llevar a aumentar el rendimiento por hectárea. La nueva PAC, que algunos casos prima la sostenibilidad frente a la producción puede llevar también a cambios en los precios agrarios.
Finalmente, desde Tinsa se señalan las expectativas no agrarias a la hora de analizar el precio de las tierras de cultivo, como la posibilidad de recalificación de las mismas en algunas comunidades autónomas o la inversión para instalar huertos solares. Finalmente, la irrupción de la agricultura ecológica, aún incipiente pero cada más destacada, también anima el mercado agrario.
Como se ha visto el precio de la tierra de cultivo es un valor al alza, con ciertas incertidumbres sobre algún tipo de cultivo, pero que se ven superadas por las posibilidades de revalorización. Por este motivo, es imprescindible contar con la tecnología que sea capaz de obtener los mejores resultados del trabajo diario. Es en este punto donde los tractores McCormick entran en acción. Su capacidad de trabajo, las innovaciones que incorporan y una tecnología de vanguardia para hacer frente a los retos de la agricultura 4.0 son algunas de las características que convierten a estos tractores en las herramientas perfectas para la agricultura de hoy en día.
Un buen ejemplo de ello son los McComick X6.4 P6-Drive, galardonado con el premio Tractor of the Year en la categoría Best Utility. Se trata de un tractor multitarea que destaca por sus motores con emisiones Stage V, gracias al sistema de postratamiento de los gases de escape, la gama incluye los modelos X6.413, X6.414 y X6.415, con motores FPT NEF 45 de 4,5 litros, 16 válvulas y 4 cilindros, con una potencia máxima de 155 CV.
La transmisión P6-Drive con 6 marchas Power Shift y 4 gamas ofrece 24 + 24 velocidades, que se convierten en 40 + 40 cuando dispone de superreductor. La toma de fuerza de 4 velocidades resalta la potencia, mientras que el sistema hidráulico de centro cerrado está dotado de una bomba de 114 l/min que gestiona hasta 7 distribuidores.
Todo ello combinado con la cabina McCormick High Visibility Cab, que se caracteriza por el techo panorámico homologado FOPS y la escotilla de ventilación natural, que resalta las prestaciones del tractor durante el uso de la pala cargadora delantera M40 y en los trabajos de manipulación de pacas. Sin olvidar las luces de led, hasta 14 disponibles, 8 de las cuales integradas en el techo para optimizar la visión incluso de noche. Para mejorar aún más las condiciones de conducción, interviene la cabina de suspensión mecánica combinada con el eje delantero suspendido con brazos independientes. La cabina está diseñada con materiales de alta calidad y se ha prestado especial atención a la instrumentación de control, con un monitor de pantalla táctil de 12 pulgadas y un joystick multifunción «all in one».