La reducción del uso de insumos agrícolas impuesta por la Unión Europea en su estrategia denominada “De la granja a la mesa” tiene que ser vista como una oportunidad para reducir los costes de insumos por parte de los agricultores, sin que ello suponga una merma en la capacidad de producción agrícola.
Además de la imposición por parte de las autoridades europeas, conseguir un máximo aprovechamiento de los abonos y herbicidas usados para la producción agrícola es una necesidad. Teniendo en cuenta el incremento de los precios que este tipo de materias han sufrido en los últimos años, especialmente en la pasada campaña. Este fenómeno ha generado preocupación en la comunidad agrícola y ha impactado significativamente en la rentabilidad de las explotaciones, así como en la estructura de costos de los productores.
El incremento en los precios de los abonos y herbicidas ha sido impulsado por diversos factores interrelacionados. Entre ellos, destaca el aumento en la demanda mundial de productos agrícolas, que ha llevado a una mayor necesidad de insumos para maximizar la producción y satisfacer las necesidades alimenticias de una población en constante crecimiento. Esta mayor demanda ha presionado la oferta de materias primas utilizadas en la fabricación de abonos y herbicidas, lo que ha contribuido al alza en sus precios.
Además, los costos de producción han experimentado un incremento significativo debido a factores como el encarecimiento de la energía. Con la guerra de Ucrania como detonante, los cambios en las políticas gubernamentales relacionadas con los subsidios a la industria agrícola, así como las fluctuaciones en los precios de los combustibles y en los mercados de materias primas a nivel global. Estos factores han incidido directamente en el costo final de los insumos agrícolas.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, dentro de las estadísticas de los precios pagados por los agricultores, el precio medio del Nitrato Amónico Cálcico al 26% se situó, en la campaña 2021 en los 326,5 euros tonelada. Este mismo en 2022 se elevó más de un 120,3% hasta los 721,5 euros/tonelada. En los 9 primeros meses del año 2023 el precio de este abono se ha reducido ligeramente hasta los 433,6 euros/tonelada, pero hay que tener en cuenta que aún no se han contabilizado los últimos tres meses, en los que comienza la campaña y la demanda se mucho mayor.
También podemos poner el ejemplo de un abono complejo, como puede ser el popular 7-12-7. El precio medio de este abono en 2021 fue de 293,9 euros por 1.000 kg, mientras que un año después se había encarecido un 40,13% hasta los 490,9 euros/tonelada. En este caso en los nueve primeros meses del año 2023 el precio medio se ha situado en los 457,8 euros/tonelada.
Con estos dos ejemplos de abonos de sementera y cobertera queda más que claro que los costes para los agricultores, solo en el apartado de fertilización, se han duplicado en los últimos dos años.
Este incremento en los precios de los insumos agrícolas ha impactado de manera significativa en la rentabilidad de los agricultores. Muchos se han visto obligados a replantear sus estrategias de producción, buscar alternativas más económicas o incluso reducir la superficie cultivada. Esto puede tener consecuencias a nivel macroeconómico, ya que una reducción en la producción agrícola podría traducirse en una menor disponibilidad de alimentos y un aumento en los precios al consumidor final.
A todo ello hay que unir, como ya se ha comentado al principio, la imposición por parte de la Unión Europea de reducir en al menos un 20% el uso de fertilizantes y en un 50% el de herbicidas y fitosanitarios en 2030.
Es fundamental buscar soluciones a largo plazo que permitan estabilizar los precios de los abonos y herbicidas agrícolas. Esto incluye fomentar la investigación en nuevas tecnologías que reduzcan los costos de producción, promover prácticas agrícolas sostenibles que disminuyan la dependencia de insumos químicos, así como establecer políticas económicas que protejan a los agricultores frente a las fluctuaciones del mercado.
Entre las soluciones para reducir el uso de fertilizantes y herbicidas dentro de la producción de alimentos no hay que olvidar el papel de la maquinaria agrícola. Un elemento que está llamado a ser parte fundamental a la hora de conseguir alcanzar los objetivos de disminución en el uso de insumos en el medio y largo plazo, pero que, además, permitirá en el corto plazo, hacer frente a la subida de precios gracias a una menor necesidad de producto.
Las nuevas tecnologías aplicadas a la maquinaria agrícola están suponiendo una nueva revolución de la agricultura, llamada a cambiar por completo el modelo de cómo alimentar al mundo. La recogida de datos por parte de los múltiples sensores con los que están equipados los tractores y su posterior interpretación para una aplicación coherente en el campo son fundamentales para conseguir aumentar los rendimientos y reducir los costes.
Y como no podía ser de otra manera, en McCormick estamos a la cabeza de esta revolución agrícola con el paquete Digital Solutions. La innovación tecnológica mejora las condiciones de trabajo, aumenta la productividad y favorece el medio ambiente. Siguiendo esta filosofía, hemos preparado nuestros tractores con las tecnologías digitales y telemáticas más punteras con el objetivo de permitir gestionar a distancia la flota y la empresa agrícola más eficientemente, desde cualquier lugar.
McCormick Digital Solutions ofrece un conjunto de funcionalidades avanzadas como son la Telemetría y Telediagnóstico, Precision Farming, Farm Management, Servicios Digitales y Cloud Data.
Entre las múltiples aplicaciones que ponemos a disposición de los agricultores se encuentra McCormick Farm. Esta plataforma se encarga de la gestión de la explotación a través de modelos agronómicos y la integración de sensores de campo, garantizando la trazabilidad y la sostenibilidad.
Por su parte, McCormick PSM System, es el sistema de conducción asistida por satélite que permite ahorrar hasta el 13% de los gastos de gasóleo, máquina y fertilizantes. Además puede gestionarse en cabina desde una simple pantalla táctil. El sistema ISOBUS permite que la gestión de los aperos se realice de forma simple y precisa mediante el monitor táctil.
También cabe destacar la función Satellite Pro, que gracias al análisis de 8 índices permite la visualización multiespectral de cada parcela. Las fotografías satelitales tomadas cada 5 días y el acceso al histórico fotográfico de los últimos 12 meses permiten comparar y evaluar las variaciones en el tiempo. Así se pueden detectar situaciones críticas como un bajo vigor o una reducida cobertura foliar. Con esta información se pueden realizar mapas de prescripción, que asocian a cada zona del campo la cantidad de fertilizante más adecuada para poder efectuar tratamientos con dosis variables. Enviando estos mapas al tractor McCormick, se pueden optimizar los recursos, aumentar los beneficios y reducir los gastos y el impacto ambiental.
Esta son solo algunas de nuestras ayudas para una agricultura moderna y eficiente. No te olvides de que puedes contactar con tu concesionario McCormick o con nuestro equipo para cualquier duda. Estaremos encantaos de ayudarte a conocer más sobre cómo puedes reducir tu factura de insumos, proteger el medioambiente y mejorar la productividad de tus cultivos.