Quienes se dedican a la agricultura siempre han tratado de cultivar productos de mejor calidad, mucho antes de que la tecnología permitiera crear organismos genéticamente modificados (OGM). Los métodos para seleccionar cultivos más rentables, como los cruces y las hibridaciones, forman ya parte de nuestra tradición. Estos son solo algunos de los procesos a los que podemos recurrir para intervenir en la calidad de los productos agrícolas, a fin de mejorar y aumentar aspectos como calidad y productividad.
No hay duda de que, con respecto al pasado, las técnicas han cambiado significativamente. Gracias a los avances de la ciencia, actualmente disponemos de una selección mucho más amplia. Los métodos para la mejora genética en la agricultura que actualmente tenemos a nuestra disposición pueden dividirse en 3 categorías:
La gran diferencia con respecto a los OGM transgénicos es que las plantas obtenidas mediante las nuevas técnicas de selección vegetal no contienen ADN de otros organismos. El patrimonio genético utilizado es únicamente el de las propias plantas.
La introducción de las nuevas técnicas de selección vegetal ha suscitado mucha polémica, sobre todo a nivel normativo. Tras un largo debate, finalmente la Unión Europea ha establecido que esta nueva técnica está bajo la misma jurisdicción que los OGM. Varios sectores han solicitado que se revise la normativa para que se tenga en cuenta la diversidad de estas técnicas (aquí encontrarás más información sobre este debate).
Las ventajas de los OGM y las nuevas técnicas de selección vegetal son las típicas que siempre han llevado a favorecer algunas variedades en detrimento de otras:
No obstante, muchos ciudadanos desconfían de los OGM y de las nuevas técnicas de selección vegetal, y algunas asociaciones, sobre todo las más próximas a temas medioambientales y de salud, actúan como portavoces para hablar de estas preocupaciones.
A modo de ejemplo, mostramos este artículo de slowfood, que celebra la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 2018 en la que pone al mismo nivel OGM y nuevas técnicas de selección vegetal, en nombre del principio de precaución, y que prevé un análisis profundo para proteger contra los riesgos para la salud de las personas y el medioambiente.
Otras preocupaciones tienen que ver con el riesgo ligado a la pérdida de la biodiversidad, ya que todas estas técnicas favorecen algunos tipos de semillas en detrimento de otras, pero hay que reconocer que esto ya ocurre desde hace mucho tiempo con la selección de tipo tradicional. Las voces más críticas hacen hincapié en los riesgos relacionados con el hecho de que sean pocas multinacionales las que concentran las patentes de los OGM.
El panorama sobre las nuevas técnicas para obtener cultivos más resistentes y productivos es, por tanto, variado y lleno de desafíos, y repercutirá en la manera de practicar la agricultura. En McCormick, estamos siempre preparados para ayudarte en tus retos, ofreciéndote tractores capaces de brindarte toda la tecnología y la potencia que necesitas.