Agricultura de Conservación, potenciada con McCormick

La Agricultura de Conservación es una realidad cada vez más presente entre los agricultores europeos y españoles. A los múltiples beneficios que aporta, hay que añadir las ventajas que se incluirán en la nueva PAC. Y para ofrecer la potencia que necesita este tipo de agricultura, McCormick siempre cuenta con el tractor preciso.

La Agricultura de Conservación (AC) no es sólo una opción, pronto va a convertirse en una necesidad. Los beneficios que aporta son múltiples desde varios puntos de vista: productivos, de rendimiento o medioambientales, y se producen tanto en el corto como en el medio y el largo plazo.

Se trata de un sistema de producción sostenible que comprende una serie de prácticas agrícolas y agronómicas que protegen al suelo de la erosión y degradación, mejoran su calidad y biodiversidad y contribuyen a la preservación de los recursos naturales. Todo ello sin reducir los niveles de producción de las explotaciones.

Entre las prácticas más reconocidas de la AC se encuentra la eliminación de las labores de suelo, para que al menos un 30% de la superficie cultivable esté cubierta por restos vegetales durante todo el año. Esto incluye el mantenimiento de los rastrojos en los cultivos herbáceos y la siembra o plantación de cubiertas vegetales entre las hileras de los árboles o las vides en los cultivos leñosos. Por tanto, se eliminan todos los trabajos de laboreo y se establece un sistema de siembra directa. En aquellos cultivos en los que no es posible mantener los restos del rastrojo de la temporada anterior, se llevan a cabo cultivos de cobertera. Estos cultivos, además de evitar la erosión, mejoran la fertilidad del suelo.

Otro de los puntos en los que se apoya la AC es en la necesaria rotación y diversificación de cultivos que permitan controlar de una forma más eficaz las plagas y las enfermedades, rompiendo los ciclos que se mantienen en los monocultivos. También es importante incorporar cultivos que puedan mejorar la fertilidad natural del suelo y la biodiversidad.

Apoyo institucional.

Los beneficios que aporta la AC a la hora de hacer un uso más eficiente de los recursos naturales quedan reflejados en los más de 2,1 millones de hectáreas que se cultivan actualmente en nuestro país con este método de cultivo (un 15% de la superficie total cultivada). Esto supone un producción de 11,9 millones de toneladas y con un valor económico de 3.668 millones de euros. Además, tal y como destacan desde la Asociación Española de Agricultura de Conservación – Suelos Vivos (AEAC-SV), gracias a esta superficie se secuestran cada año 9,9 millones de toneladas de CO2.

Actualmente, el ritmo de crecimiento de la AC es de un 4,3% anual, no obstante, desde las instituciones públicas, tanto nacionales como europeas, se está apoyando esta práctica, por lo que se puede superar los 3 millones hectáreas en 2030 y, en un escenario de máxima proyección, incluso los 13 millones de hectáreas.

Es importante reseñar que el Pacto Verde Europeo pretende impulsar el uso eficiente de los recursos en una economía limpia y circular. Con el objetivo de restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación, la nueva PAC ha establecido unos objetivos muy ambiciosos y, para alcanzarlos, el papel de prácticas agrícolas sostenibles, como la AC, será fundamental.

En este sentido, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha incluido a la AC en los eco-esquemas, y desde la AEAC-SV se anima a que en su diseño final se convierta en una medida suficientemente atractiva para que los agricultores se adhieran y se promueva. De esta manera se conseguirá un cambio real de modelo para proteger los suelos.

Los equipos.

Entre las herramientas esenciales para poner en práctica la AC destacan las sembradoras de siembra directa y los herbicidas, siendo el glifosato el herbicida más empleado a la hora de controlar las malas hierbas y proteger los nutrientes del suelo.

Como ya se ha comentado, una de las prácticas más reconocibles de la AC es el mantenimiento de la los restos del cultivo de la anterior campaña, sembrando un nuevo cultivo encima. Para ello son necesarias sembradoras de siembra directa. Las sembradoras de siembra directa se diferencian de las de siembra convencional en el tren de siembra que es más sólido y debe transmitir al suelo una presión elevada para asegurar un corte correcto y una buena posición de la semilla. Esto provoca que tiendan a ser máquinas más pesadas que las empleadas en el sistema de siembra convencional.

También es fundamental el uso de los herbicidas. Con la agricultura de conservación se mejora física y químicamente el suelo gracias, en parte, al uso de productos fitosanitarios como los herbicidas. La eliminación de las malezas con herbicidas durante el barbecho y en presiembra es básica para que el cultivo tenga la mayor eficiencia posible de uso del agua y nutrientes. La sustancia activa glifosato es uno de los herbicidas más utilizados sobre la mayor parte de las especies de malas hierbas. Pero no sólo los fitosanitarios, mediante la fertilización localizada se consigue que los nutrientes no sean fácilmente accesibles para las malezas, de manera que se reduce el grado de infestación del cultivo.

Para hablar de los tractores en la AC hemos de establecer que son diferentes los requisitos de los tractores en los cultivos extensivos y en los leñosos, a pesar de que hay aspectos comunes válidos en ambos. La potencia necesaria suele ser mayor en los primeros debido al uso de sembradoras directas de anchos medio-altos y de elevado peso. En los leñosos son claves aspectos como la maniobrabilidad, disponer de marchas cortas para operaciones como el triturado de leña y, en muchos casos, la adaptación a marcos estrechos de plantación.

La correcta elección del tractor es un aspecto clave; disponer de un exceso de potencia supone mayor inversión, coste horario, compactación y un bajo aprovechamiento de la potencia nominal. En cambio, un tractor pequeño puede comprometer la realización de las tareas con tiempo limitado (siembra, tratamientos, recolección) aumentando los costes de demora (debidos a no realizar las operaciones en su momento óptimo), e imposibilita el empleo de máquinas exigentes en potencia o con necesidades de elevación.

McCormick, potencia para la AC.

Llevar a cabo una buena labor agrícola siempre exige contar con los mejores aliados. Cuando se trata de atender las necesidades específicas que requiere la AC, McCormick dispone de tractores eficientes, que cumplen con la últimas exigencias en materia medioambiental, potentes y tecnológicamente avanzados para asegurar el éxito en todo tipo de prácticas agrícolas.

La gama McCormick X8 se presenta en 3 modelos con potencias de 264, 286 y 310 CV, suministradas por motores de 6 cilindros Betapower Fuel Efficiency de 6,7 litros que cumplen completamente la normativa Stage V.

El punto fuerte de X8 VT-Drive es la transmisión de variación continua de cuatro etapas con velocidades de 40 km/h ECO a 1300 rpm y 50 km/h ECO a 1600 rpm. Para la gestión eficiente de los equipos, se suministra de serie el sistema certificado ISOBUS, con un menú específico incluido en el monitor DSM de pantalla táctil de 12”.

El sistema hidráulico es de centro cerrado con bomba load-sensing de 157 l/min (está disponible como opción una bomba más grande de 212 l/min) y puede controlar hasta diez distribuidores (6 traseros) con una capacidad de 140 l/min y mando electrohidráulico. El elevador trasero electrónico garantiza una capacidad máxima de elevación de 12.000 kg.

Gracias a su estructura de 4 montantes, la cabina Première Cab ofrece una visibilidad panorámica en todas las direcciones. Además, su excelente insonorización de hasta 70 dB garantiza un entorno de trabajo muy cómodo. El reposabrazos derecho alberga todos los controles principales y el joystick multifunción VT-EasyPilot tiene un agarre ergonómico y funciones claras.

Y para una mayor versatilidad, McCormick ha presentado en la reciente feria de Bolonia los nuevos X7 SWB, con motores conformes a la normativa de emisiones Stage V. Los modelos de la gama son: X7.4 P6-Drive disponible en las versiones X7.417 de 165 CV y X7.418 de hasta 175 CV; X7.6 P6-Drive, en las versiones X7.617 (de 165 CV) y X7.618 (de 175 CV) con 6 cilindros; X7 VT-Drive de 4 o 6 cilindros, disponible en las versiones X7.418 y X7.618, ambas con potencias de hasta 175 CV gracias al sistema Power Plus. La instalación de los propulsores está diseñada para tener una distancia entre ejes de 2.651 mm con el de 4 cilindros, lo que ofrece una mayor estabilidad durante las operaciones en el campo y con la pala cargadora delantera, sin afectar a la maniobrabilidad y la versatilidad. En cambio, la distancia entre ejes de 6 cilindros es de 2.760 mm. Ambos modelos tienen en común un peso máximo admisible de 11.500 kg y una rueda trasera máxima de 710/60R38 que ofrece mayor estabilidad y confort durante el transporte, menor compactación del terreno en las operaciones de campo y mejor tracción y rendimiento al trabajar fuera del surco.

En cuanto al estilo, se han introducido cambios en el elevador delantero con una capacidad de carga de 3.500 kg, que mejoran el diseño y la visibilidad del operador. En la parte delantera del tractor, también es nuevo el capó monobloque, adaptado al nuevo family feeling de McCormick.

La tecnología es parte esencial de McCormick y por ello los nuevos tractores cuentan con el software de control cargado en el Data Screen Management (monitor de pantalla táctil de 12”) que dispone de un nuevo menú y permite un funcionamiento más rápido y eficaz gracias al almacenamiento de las actividades con botones programables. Se han confirmado las predisposiciones para la conducción por satélite y el sistema ISOBUS que, mediante el simple uso del DSM, permiten que el operador controle los aperos sin necesidad de utilizar otros monitores en la cabina.

El sistema McCormick Fleet Management permite la supervisión de las principales actividades de la flota de tractores en cualquier momento y en cualquier parte del mundo. Este sistema se complementa con una novedosa herramienta de diagnóstico en remoto, a disposición de todos los concesionarios autorizados, para conectar el software a la centralita del tractor y realizar a distancia ajustes, actualizaciones de programas, diagnósticos de los parámetros del motor y visualizaciones de los códigos del sistema, ayudando de forma inmediata y precisa a los técnicos de la asistencia y aumentando la eficiencia y rentabilidad de la gestión.

 

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